Pellegrini baja el pulso al vestuario: “La euforia no gana partidos, la concentración sí”

Con el ambiente cargado de optimismo tras la última victoria del Real Betis, el entrenador Manuel Pellegrini ha decidido poner freno al entusiasmo desbordado y lanzar un mensaje claro y directo: hay que volver a poner los pies en la tierra. “La euforia no gana partidos, la concentración sí. Debemos pasar del modo celebración al modo competitivo”, declaró el técnico chileno con su característico tono sereno pero firme.
En la antesala de una fase clave del campeonato, Pellegrini quiere evitar cualquier atisbo de relajación en su plantilla. Para él, los triunfos no son el final del camino, sino apenas una señal de que se está yendo por la senda correcta. “No podemos permitir que una buena actuación nos haga perder el enfoque. Esto es una carrera larga y exigente”, señaló en conferencia de prensa.
El mensaje no solo va dirigido a los jugadores, sino también al entorno del club. La afición, entregada como siempre, ha celebrado con entusiasmo los últimos resultados, pero Pellegrini recordó que la verdadera fortaleza del equipo está en la regularidad. “Ganar un partido con brillantez está bien, pero lo que realmente marca la diferencia es sostener ese nivel cada semana”.
Durante la semana, el cuerpo técnico ha reforzado las sesiones tácticas y la intensidad en los entrenamientos, buscando que el grupo recupere la mentalidad competitiva que les llevó a estar en posiciones de privilegio. “El talento sin disciplina se diluye, y nosotros no podemos darnos ese lujo”, remarcó el entrenador.
Pellegrini también valoró la actitud de los jugadores más experimentados del vestuario, quienes están asumiendo un rol clave en el equilibrio emocional del grupo. Sin dar nombres, se refirió al trabajo silencioso de futbolistas como Guido Rodríguez, Claudio Bravo o Marc Bartra, que ayudan a mantener la serenidad incluso en los momentos de más euforia.
Para el técnico, este es el momento de demostrar madurez, tanto dentro como fuera del campo. Sabe que la presión aumentará en las próximas jornadas, pero confía en la capacidad del equipo para responder con responsabilidad y coraje. “Hemos llegado hasta aquí con trabajo duro y cabeza fría. Nada de eso puede faltar ahora”.
El Betis se encuentra en plena lucha por asegurar un billete europeo, y Pellegrini lo sabe mejor que nadie. Por eso insiste en que no hay espacio para distracciones: cada punto cuenta, y cada error puede costar caro. Su receta es clara: humildad, ambición y compromiso.
Con este mensaje, Pellegrini busca apagar cualquier exceso de confianza y encender la chispa de la concentración. Porque, como él bien dice, los campeonatos no se ganan celebrando goles, sino compitiendo cada minuto hasta el final.