Oihan Sancet reaparece en el momento justo: el Athletic recupera a su joya más desequilibrante

Después de una temporada marcada por los altibajos físicos, Oihan Sancet vuelve a vestirse de corto y a sonreír con el grupo. El mediapunta navarro del Athletic Club ha recibido el alta médica tras superar una complicada lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo, sufrida el pasado 23 de abril durante el encuentro frente a Las Palmas. Su regreso no es solo una buena noticia para Ernesto Valverde, sino un bálsamo para una plantilla castigada por las ausencias.
La recuperación de Sancet se produce en un contexto delicado: con varios jugadores clave lesionados, entre ellos los hermanos Williams y Beñat Prados, el equipo necesitaba recuperar a uno de sus talentos más determinantes. El cuerpo técnico lo sabe y por eso su reincorporación será medida y progresiva, sin asumir riesgos innecesarios. “Queremos que llegue al cien por cien a los últimos partidos, porque lo necesitamos”, dijo Valverde ante los medios.
Esta es la sexta lesión que Sancet sufre en lo que va de temporada, una cifra que ha puesto en jaque su continuidad en el once titular. Sin embargo, el número 8 ha demostrado en cada regreso su capacidad para marcar diferencias. Ha anotado 17 goles en todas las competiciones y fue elegido Jugador del Mes en febrero, ratificando su valor como uno de los motores ofensivos del equipo.
Su vuelta no solo es esperanzadora en lo físico, sino también en lo anímico. Tras la dolorosa eliminación en semifinales de Europa League ante el Manchester United, el vestuario necesita referentes que levanten el ánimo y tiren del carro. Y nadie mejor que Sancet para esa labor: joven, con talento, y con el corazón rojiblanco tatuado.
El próximo reto del Athletic es vital: el derbi ante el Alavés, que puede marcar el rumbo hacia la ansiada clasificación para Champions League. Con una agenda apretada y tres partidos en solo siete días, contar con Sancet aunque sea en minutos limitados puede marcar la diferencia entre competir y resistir.
Desde Lezama se respira optimismo, pero también cautela. La idea es no forzar. El objetivo es que Sancet pueda cerrar la temporada en plenitud, liderando al equipo en un sprint final lleno de tensión, emoción y expectativas.
El futbolista, que tiene contrato hasta 2032, sigue siendo una apuesta a largo plazo del club. A sus 24 años, representa una generación de jugadores criados en casa, con identidad, hambre de títulos y una conexión especial con la afición.
La hinchada bilbaína celebra su regreso como una victoria adelantada. Saben que con Sancet en el campo, las posibilidades del Athletic crecen. Ahora solo queda esperar que esta vez la salud le acompañe, y que pueda guiar a los leones en esta recta final que puede ser histórica.